Las tecnologías profundas, como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, el análisis de big data, el internet de las cosas (IoT) y la computación en la nube, no solo automatizan procesos y mejoran la eficiencia operativa. También proporcionan información valiosa para las empresas, permitiéndoles tomar decisiones más informadas.
A pesar de estas ventajas, las empresas colombianas aún tienen un largo camino por recorrer en su proceso de transformación digital. Según un estudio de CINTEL que evalúa el Índice de Madurez de Transformación Digital, las empresas colombianas alcanzaron un modesto 51,5% en 2023.
La adopción de estas tecnologías se vuelve crucial para mantener la competitividad, satisfacer las demandas del mercado y liderar la innovación, mientras que la resistencia a este cambio podría dejarlas rezagadas y perder oportunidades de crecimiento. Schneider Electric reconoce la importancia de la transformación digital industrial en las empresas colombianas, así como el valor de las tecnologías avanzadas que se unen para potenciar los procesos. A continuación, se detallan algunos procesos que se ven mejorados con su implementación:
- Operaciones. La transformación digital industrial se centra en mejorar las operaciones mediante la integración de tecnologías avanzadas. Esto incluye la automatización de procesos, la optimización de la cadena de suministro y la implementación de sistemas de gestión de la producción más eficientes. Al utilizar herramientas como el análisis de datos en tiempo real y la inteligencia artificial, las empresas pueden mejorar la eficiencia operativa y reducir los costos.
- Gestión de activos. Una parte crucial de la transformación digital industrial es la optimización y digitalización del mantenimiento de activos. Esto implica utilizar tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) para monitorear el rendimiento de los activos en tiempo real, prevenir fallos antes de que ocurran y maximizar su tiempo de actividad. Al reducir el tiempo de inactividad y maximizar el uso de los activos, las empresas pueden mejorar significativamente su rentabilidad.
- Ciberseguridad e infraestructura de TI/TO. En un entorno digitalizado, la ciberseguridad es fundamental. Las empresas deben abordar la ciberseguridad y la infraestructura de TI/TO como un componente central de su estrategia de transformación digital. Esto implica implementar medidas de seguridad robustas para proteger los datos y los sistemas contra ciberataques y garantizar la integridad y disponibilidad de la infraestructura digital.
- Reducción de emisiones de CO₂. La transformación digital también puede desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones de CO₂. Al digitalizar y optimizar la cadena de valor, las empresas pueden identificar áreas de ineficiencia y oportunidades para reducir su huella de carbono. Esto incluye la adopción de prácticas sostenibles en la producción y el transporte, así como la implementación de tecnologías verdes y energéticamente eficientes.
- Gestión del cambio. Implementar una transformación digital industrial exitosa requiere un enfoque integral de gestión del cambio. Esto implica establecer una oficina de control y transformación dedicada a liderar la implementación de tecnología y garantizar un impacto medible en toda la organización. La gestión del cambio efectiva implica comunicación clara, capacitación adecuada y una cultura organizacional que fomente la adopción de nuevas tecnologías y prácticas.
“En Schneider Electric, creemos que la transformación digital industrial es esencial para la competitividad y sostenibilidad empresarial en la era digital. Con nuestra experiencia en automatización y gestión de energía, promovemos la optimización de operaciones, la seguridad cibernética, la reducción de emisiones de CO₂ y la eficiencia en Colombia.” -Luis Cuevas, Director de Servicios del Cluster Andino en Schneider Electric.
En resumen, la transformación digital industrial va más allá de simplemente adoptar nuevas tecnologías. Se trata de optimizar operaciones, mejorar la gestión de activos, abordar la ciberseguridad, reducir las emisiones de CO₂ y facilitar la gestión del cambio para impulsar la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo de las empresas en la era digital.