La expectativa que tienen los empresarios respecto a la evolución y el futuro del costo de los productos o servicios que ofrecen, depende de la situación económica actual del país. Algunos datos que evidencian la perspectiva que tienen los empresarios, se dieron a conocer en la última encuesta de Confianza Empresarial realizada por Fedesarrollo, en donde el índice de Confianza Industrial (ICI), se situó en -2.2%, lo que significa que los empresarios disminuyeron su confianza y tienen la percepción de que la economía será desfavorable para el resto del año; aun reconociendo que el PIB se encuentra en crecimiento y se pronostica una desaceleración de la economía, en donde su proyección tiene un mínimo de 0,80% y un máximo de 1,90%; los empresarios siguen teniendo un sentimiento de desfavorabilidad.
Por esto, los líderes necesitan aplicar estrategias que les permita salir adelante con sus equipos de trabajo, haciendo uso de herramientas útiles que alivian sus dolores empresariales, para así, ser optimistas en su evolución comercial. Para esto, el departamento de Enconcreto, empresa enfocada en la estrategia de diferentes multinacionales, identificó cuáles son los principales dolores y retos de las empresas en Latinoamérica, en donde encontraron que la principal medida que impacta la rentabilidad en las empresas en un término de los próximos 10 años es: cambiar de demanda o ajustar el servicio o producto según las preferencias del cliente en un 56%, la escasez de competencias específicas y talento humano idóneo 52% y enfrentar cambios en avances tecnológicos en un 40%.
También, las acciones que las compañías consideran que pueden ser útiles para mitigar una situación económica difícil y ya lo han implementado son: reducción de los costos operativos un 52%, diversificación de portafolio de productos y servicios un 48%, elevar los precios de sus productos 51% y una detención en la contratación 19%.
Hoy en día los CEOs de las empresas invierten más tiempo en resolver los retos del día a día que buscar darle una evolución a la estrategia para cumplir con las demandas del futuro, para esto Enconcreto identificó cuáles son las señales de que una empresa necesita revisar y ajustar su enfoque estratégico:
- Cuando su aspiración ha cambiado: al momento de expandirse, al ser adquirida o comprada, al ampliar su portafolio de productos o servicios, cuando quieren penetrar nuevos mercados. Teniendo en cuenta que los empleados deben tener una visión valiosa sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la empresa.
- Estancamiento en el crecimiento: si la empresa ha experimentado decrecimiento en las ventas durante un período prolongado, es una señal clara de que es necesario revisar la estrategia actual y buscar nuevas oportunidades. Además, si está experimentando problemas operativos, como costos incontrolables, baja productividad o problemas de calidad, es momento para mejorar la eficiencia y la efectividad de los procesos internos.
- Cambios en el entorno competitivo: Si la competencia se ha vuelto más intensa o han surgido nuevos competidores que están afectando la posición de la empresa en el mercado, es crucial revisar la estrategia para mantener la relevancia y la ventaja competitiva.
María Teresa Calderón, CEO y Fundadora de Enconcreto, añade que: “a partir de un propósito claro y una aspiración que sea alcanzable, los líderes desempeñan un papel crucial en el éxito de las empresas; deben comprometerse y participar activamente en el proceso de su implementación, evaluando diferentes opciones y eligiendo la que mejor se ajuste a las necesidades de la organización”.
Estas estrategias pueden ser aplicadas al momento de desarrollar soluciones, teniendo en cuenta que gracias a la participación activa de los líderes y su capacidad de adoptar un enfoque centrado en el crecimiento económico, se agrega un valor comercial, garantizando resultados efectivos en el proceso de ventas.
Antes de desarrollar cualquier estrategia, es necesario estudiar el enfoque comercial, ya que es necesario entender y resolver los problemas y necesidades de los clientes. Al encontrar soluciones que resuelvan estos desafíos, se creará un valor real que aportará en el crecimiento de la empresa, en donde el filtro de toda decisión y gestión de ventas sea el propósito y el enfoque en el cliente.