Durante los últimos meses en Colombia, se ha detectado un crecimiento sostenido del 15% en fraudes a ecommerce por compras a través de móviles, según informó ClearSale, empresa líder de RiskTech en América Latina. “El auge del comercio móvil en Colombia ha generado una nueva ola de intentos de fraude dirigidos a los negocios online, en los cuales la plataforma de ingreso son los smartphones de bajo costo alimentados con tarjetas prepago y datos de tarjetas de crédito robadas físicamente o hackeadas”, comentó Víctor Islas, director de Customer Operations LATAM de ClearSale.
Pero además, de acuerdo con estudios realizados por la empresa, estas son las cinco razones por las que ha crecido este tipo de delito:
- Los defraudadores buscan nuevas oportunidades: A los estafadores les encantan los desafíos, y el crecimiento del comercio móvil les da la oportunidad de aprovechar y conquistar este nuevo canal.
- Muchos negocios online usan soluciones débiles para la mitigación de fraude: Las transacciones móviles requieren estrategias personalizadas de protección contra el fraude, pero terminan usando las mismas (y a menudo inadecuadas) estrategias de protección contra el fraude en todos los canales.
- Los comercios electrónicos carecen de datos integrales de comercio móvil para alertar sobre transacciones cuestionables de manera eficaz: Al ser un canal relativamente nuevo, las transacciones móviles no tienen el mismo volumen de datos que otros tipos de transacciones, lo cual significa que es significativamente más difícil desarrollar algoritmos antifraude robustos para evaluar las transacciones móviles.
- Los negocios multicanal tienen una mayor exposición al fraude: Por ejemplo, los negocios grandes están procesando transacciones móviles y permitiendo el retiro en tienda, pero a menudo fallan en volver a deslizar la tarjeta de crédito del comprador en el sitio para confirmar la identidad. Esas políticas aumentan la probabilidad de que un estafador se vaya con mercancía valiosa.
- Los ecommerce confían excesivamente en la seguridad del pago móvil: Los negocios que ofrecen comercio móvil pueden tener demasiada fe en la seguridad de las opciones de pago móvil.
En ese sentido, Islas menciona que “muchas personas piensan que los consumidores son los más afectados con este tipo de fraude, pero esto es un mito, ya que un consumidor a quien le han robado su tarjeta de crédito física, mediante un hackeo o phishing, puede reportarlo a su banco. Posteriormente, se inicia una investigación y en algunos casos el consumidor puede recuperar el dinero de los cargos ilegítimos. Sin embargo, el comercio electrónico normalmente no cuenta con esta posibilidad ya que, al detectarse un fraude, el banco automáticamente le genera un contracargo por el monto defraudado”.
A medida que el comercio móvil continúa creciendo, los costos del fraude y la exposición a este seguirán aumentando, salvo que los negocios ajusten su abordaje a la protección contra el fraude, lo cual, según los expertos se hace: implementando estrategias como identificación y geolocalización de dispositivos para ayudar a identificar los intentos de fraude en el comercio móvil; enfocándose en la gestión de riesgos tanto como se concentran en la experiencia del cliente; y estableciendo procesos para rastrear el fraude en línea y el fraude móvil por separado, podrán entender mejor sus vulnerabilidades y desarrollar soluciones y tecnologías apropiadas para la protección contra el fraude.