“La ganadería, a pesar de las dificultades de la Colombia rural, ha tenido vocación exportadora”. Con esta frase el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN), José Félix Lafaurie Rivera, inició la misiva que envió recientemente al ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, en donde le solicita acelerar los empeños por dinamizar las ventas internacionales de carne, leche y derivados y animales vivos.
El dirigente gremial recordó la promesa de valor del gremio de tener una ganadería exportadora, que se acompasa con la propuesta gubernamental de acelerar la transición energética y, por ende, “quitarle peso a la renta petrolera en la canasta exportadora, reemplazándola por renglones agropecuarios, la carne y la leche entre ellos”.
En la carta enviada al ministro de Comercio, Lafaurie Rivera expresó que en 2022 el sector tenía la meta de ventas internacionales de carne, leche y derivados y animales vivos por USD 500 millones que fue superada con un total de USD 524 millones al final del año.
“Sin embargo, a noviembre de 2023 el total llegaba a USD 306 millones, con una estimación de USD 345 para el año, equivalente a una caída del 34 %, que se explica, fundamentalmente, por la disminución del 19 % en el precio internacional de la carne y por la apreciación del peso en el 17 % durante el año”, agregó.
Redoblar esfuerzos conjuntos
También expresó que estas causas exógenas ya generaron durante dos meses, el cierre de las dos plantas de la multinacional Minerva, responsable del 90 % de las exportaciones, y su persistencia nos enfrenta al riesgo latente de su salida del país, lo cual representaría el colapso exportador y una verdadera catástrofe para nuestra ganadería.
Sin embargo, el alto ejecutivo manifestó que en este escenario, lejos de cejar en el esfuerzo para diversificar los destinos exportadores, de la carne principalmente, es necesario redoblarlos a partir de una agenda diplomática, comercial y sanitaria que permita derribar las barreras no arancelarias que hoy imponen diferentes mercados.
“El de Estados Unidos es un tema de prioridad sustantiva, pues a pesar de tener un TLC vigente desde 2012 y el país recertificado como libre de fiebre aftosa desde 2020, aun no se permite el ingreso a la carne colombiana, siendo el principal argumento la inexistencia de un sistema confiable de identificación y trazabilidad animal, lo cual comporta un reto para la política pública agropecuaria, en el que hemos puesto nuestro mayor interés”, agregó.
Mayor dinámica en la apertura de mercados
Dijo además que la consigna es la consecución de nuevos mercados, y en ese camino hay alternativas que se deben explorar, como la recuperación del mercado natural de Venezuela y los países andinos, o una estrategia que mire hacia los de Centroamérica: Costa Rica, Salvador, Guatemala, Honduras y, por supuesto, México.
El presidente ejecutivo de FEDEGÁN le reiteró al alto funcionario una frase de su más reciente columna de opinión: “Para Fedegán el tema va más allá del aporte al proceso diversificador. Las exportaciones tienen un efecto en la modernización productiva y esta sobre los precios y la rentabilidad, que redundan en bienestar al ganadero y mejoramiento de la vida rural. Así pues, una caída en las exportaciones, de carne principalmente, es una amenaza para la ganadería y el desarrollo social de sus regiones”.
Y concluyó afirmando que durante los últimos años ha sido exitoso el esfuerzo conjunto de la institucionalidad de comercio exterior y del sector privado para ampliar los destinos para las exportaciones ganaderas; “acompañamiento que valoramos, agradecemos y esperamos seguir recibiendo, no solo para neutralizar las amenazas actuales, sino para aprovechar las oportunidades disponibles en beneficio de la ganadería, del campo y del país”.