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Bajar el volumen: la diferencia entre escuchar y oír

Colleagues communicating, argueing during business brake at the office

Vivimos rodeados de ruido. Música en movimiento, podcasts durante los desplazamientos, vídeos de fondo. Si a eso le añadimos el tráfico de la ciudad, el parloteo de la oficina, los chats de grupo que no paran de sonar todo el día… el resultado es una vida en constante entrada de audio. Nuestros oídos están siempre encendidos. Pero, ¿con qué frecuencia nos paramos a pensar en cómo los utilizamos?

De hecho, a veces el ruido puede ser demasiado. Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de jóvenes y adultos corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición permanente debido a prácticas auditivas poco seguras, como llevar auriculares a alto volumen durante largos periodos de tiempo, asistir a eventos ruidosos sin protección o no dar descansos a los oídos.

Por eso es importante entender cuál es la verdadera diferencia entre oír y escuchar. Oír es pasivo, escuchar es intencionado. Escuchar responsablemente significa ser consciente de la presencia del ruido y actuar en consecuencia, sabiendo que repercute no sólo en nuestra audición (nuestra capacidad para percibir el ruido), sino también en nuestro bienestar en general. Una audición sana permite identificar claramente las voces altas y bajas, facilitando la comprensión en las conversaciones cotidianas y en entornos ruidosos, disfrutar plenamente de la música, identificar las señales de alerta en el entorno y comunicarse con eficacia.

Entonces, ¿cómo es la prevención en la vida real? Los expertos de GAES, una Marca Amplifon, destacan algunos consejos para proteger tus oídos sin renunciar a los sonidos que más te gustan.

  1. Vigilar el volumen

Evita ajustar los auriculares por encima del 60% del volumen máximo, sobre todo en los modelos intrauditivos, que emiten el sonido directamente al canal auditivo. Como regla general: si alguien a tu lado puede oír lo que estás escuchando, es demasiado alto.

  1.  Limitar el tiempo de escucha

Intente limitar el uso continuado de auriculares a 60 minutos sin descanso. Dale tiempo a tus oídos para que descansen, sobre todo después de sesiones largas o de exponerte a entornos con mucho volumen.

  1. Utilizar protección auditiva en entornos ruidosos

Conciertos, discotecas, acontecimientos deportivos o zonas en construcción superan a menudo los niveles de decibelios seguros. Llevar tapones con filtro puede reducir significativamente el impacto sin comprometer la calidad del sonido, y cada vez son más habituales y discretos.

  1. Realización de pruebas de audición anuales

Un aspecto clave en la prevención es someterse a pruebas auditivas profesionales con periodicidad anual, sobre todo a partir de los 45 años. El momento en que se diagnostica la pérdida de audición marca una gran diferencia a la hora de tratarla, y cualquier cambio en las capacidades auditivas debe vigilarse de cerca.

Como señalan los expertos de GAES, proteger los oídos no consiste en eliminar el ruido de la vida, sino también en escuchar con responsabilidad.

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